En resumen, estas son las obligaciones
más importantes para el productor:
Adoptar las medidas necesarias para que los residuos de productos puestos en el mercado sean recogidos de forma selectiva y tengan una correcta gestión ambiental (marcado de pilas, inclusión de papelera tachada para la recogida selectiva)
Financiar los costes de dicha gestión (individualmente o a través de un Sistema Colectivo, sistema de depósito, devolución y retorno o acuerdo voluntario)
Inscribirse en el Registro Nacional de Productores de Pilas y Acumuladores gestionado por el Ministerio de Industria, Energía y Agenda Digital, denominado RII-PYA.
Incluir el número de productor que asigna el registro RII-PYA en las facturas o documentos relativos a las transacciones comerciales de pilas, acumuladores o baterías llevadas a cabo entre ellos y los distribuidores. En el caso de ventas a distancia, los productores deberán hacer constar su número de registro, tanto en la página electrónica o instrumento que dé soporte a la venta, como en la factura emitida al comprador o usuario.
Declarar al Registro Nacional de forma trimestral información relativa a los tipos, orígenes y cantidades de productos puestos en el mercado.