POR QUÉ RECICLAMOS

Dos motivos impulsan y determinan la creación y consolidación de nuestra Fundación Ecopilas:

Facilitar el cumplimiento de la ley por parte de todas nuestras empresas adheridas, canalizando el proceso y reciclaje de pilas que ponen en el mercado, en las mejores condiciones de eficiencia y coste  y contribuir a la larga en la preservación del medio ambiente, con el apoyo de todos los ciudadanos.

Con el sencillo gesto de depositar las pilas en un contenedor de ECOPILAS, podemos conseguir importantes beneficios para el Medio Ambiente.

Las pilas, si se tiran a la basura con el resto de residuos, pueden terminar perdiendo su hermetismo y derramando algunos de sus componentes (níquel,  cadmio o mercurio) perjudicando en último término al medio ambiente.

Las pilas depositadas en nuestros contenedores se trasladan a las plantas de reciclaje más modernas y eficientes, donde se clasifican por tipos y formatos para dar a cada una el tratamiento específico que le corresponde, según sus componentes.

Muchos de estos metales y componentes, entre el 50 y el 80 por ciento, pueden  recuperarse y devolver al círculo del proceso industrial, ahorrando energía y reduciendo la creciente demanda extractiva de materias primas en todo el mundo.

Consciente de la necesidad de presevar nuestro entorno y evitar la acción contaminante de pilas y baterías si acaban en los vertederos, la UE puso en marcha la Directiva de Pilas y Acumuladores que se incorporó definitivamente a nuestro ordenamiento juridíco en 2008 mediante el Real Decreto 106/2008 sobre pilas, acumuladores y la gestión de sus residuos.

El Real Decreto estableció la obligación de los productores de pilas y acumuladores de financiar la recogida y gestión de sus residuos, labor que ya habían iniciado y con éxito, con la creación del sistema de gestión colectiva, Ecopilas, que les facilita desde entonces el cumplimiento de sus obligaciones legales, con la máxima eficacia y mejores costes.

3 RAZONES PARA RECICLAR:

Evitar la demanda masiva de recursos naturales escasos en la naturaleza,  (hierro, zinc, cobalto o níquel) cuya extracción es particularmente costosa.

Recuperar de nuevo muchos de esos componentes y devolverlos al proceso industrial.

Evitar cualquier riesgo de contaminación para el medio ambiente.